Volver para irse
luego de un amanecer gris.
En un cautiverio
caen sus lágrimas del cielo.
El se fue...
Para regresar cuando
el lucero de la esperanza
le ilumine el camino.
Esperando la luna quizás,
que alumbre la sombra
con turquesa y esmeraldas
y letras brillantes.
El azul profundo del mar
oculto con arrecifes rojos
y pistachos transparentes.
En la quietud de la noche
al esconderse en su gruta cauteloso.
En un cofre de antaño
con su fortuna acumulada
cuenta sus monedas
de oro y plata.
Donde a su paso
de lento caminar
esquiva piedras al pasar.
Allì espera...
Que el sol se asome
para recuperar la maravillosa
sonrisa que irradia
su eterno amor.
El que un día perdió
por tentaciòn de un ángel negro.
Sencillo elocuente
como un diamante en bruto
centinela de el mismo.
El espera...
Un nuevo amanecer
para encontrarse con el mismo
pero ahí siempre está
en su sombra
como un buen guerrero.
Angelross
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